martes, 15 de mayo de 2012

Contradicciones de felicidad

Hoy estoy feliz... porque la felicidad y el dolor pueden ser tan contradictorios como complementarios.
He reencontrado a quien creía perdido para siempre, a quien debo muchas risas, sonrisas y sonrojos, y, lo más importante, a quien contribuyó un poquito más que cualquier otro a que sea como soy.

Hoy estoy feliz... Creí que el 2012 estaría abocado al fracaso desde sus inicios... pero mi vena cinéfila me hace afirmar que "cuando Dios cierra una puerta, en algún otro lugar abre una ventana". Mi puerta es grande, gigante, inmensa, inabarcable e inolvidable... pero hay ventanitas que permiten que entre la luz y nos recuerdan que aún hay motivos para seguir arriesgándonos, sonriendo y viviendo en cualquier caso. Entendiendo vivir como disfrutar de la vida y no sólo con conformarse con aguantar en ella el mayor tiempo posible. A veces la vida, como las buenas experiencias, no debe valorarse tanto en cantidad como en cuanto a calidad. Busquemos la calidad siempre... y permítanos dios, o el destino, disfrutarla durante el mayor tiempo posible.

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