jueves, 9 de agosto de 2012

Friendship

He leído hoy un artículo que hablaba acerca de la -casi- imposibilidad de hacer amigos "del alma" a partir de los 30 años... Quienes me conocen saben de mi facilidad para "hacer amigos" y, pese a lo contradictorio que pueda sonar, los pocos amigos que tengo. Me sobran dedos de una mano para contarlos. Cada día sobran más dedos... Y es que, desde hace meses (4, concretamente) vengo sufriendo una crisis de amistad severa: no tengo ganas de estar con mis amigos, ni de hacer nuevos, ni de profundizar en mis relaciones con los "conocidos" aspirantes a "amigos". No me apetece. Pido perdón a todos por ello. Supongo que se me pasará... o, como dice el artículo, iré perdiendo progresivamente mis amistades hasta que termine buscando compañía en agencias de amistad (que debe haberlas).
No me apetece compartir(me) con nadie: contar mis miserias, alegrías y paranoias. Me produce pereza sólo de pensarlo. Apatía es la palabra.
Y lo peor es que lo intento. Organizar cenas, quedadas, salidas... Propongo, propongo y propongo... pero llega el momento... y no me apetece. Ahora tengo ganas de quedadas pequeñas, charlas sensatas, hablar poco, escuchar lo justo.
Me falta algo. Sé perfectamente lo que es. Lo que no sé es dónde encontrarlo.