viernes, 22 de mayo de 2009

Dios en la red

El mundo de los blogs es alucinante, inmenso, inconmensurable y tremendamente absorbente...
Como siempre, he pasado por el de mi amigo Rafael, a ver si había abierto alguna ventanita nueva... Los posts de Rafa son eso: ventanitas a las que asomarse para intentar atisbar algo de su (aparente) impenetrabilidad. Una nunca pierde la esperanza de que se decida a colgar algo más lírico y personal, al estilo de Serrat (al que aún no me queda muy claro si elogiaba o culpaba por alejarle de Bennedetti).
Pues bien, asomada como me encontraba a sus comentarios, he llegado al de su amigo Fernando... Madrileño de adopción, supongo... que lo mismo habla de fútbol que de música o de religión... (Interesante blog... lo rapto para mi lista...) Y de allí he saltado al blog de una monja... Qué estúpido puede llegar a ser el ser humano, o una misma... Jamás me había planteado la posibilidad de que una monja escribiera en un blog... que tuviera uno, nada menos! Y de qué hablaría una monja? Por supuesto, he entrado... Más que nada para saber si se trataba de una verdadera "hermana" o si era alguien que, por oposición, se apropiaba de tal título... Lo era, de verdad.
Y de qué iba a hablar, pues de la Biblia, de valores, de Dios... pero también de política (nada extraño, por otra parte, la religión domina la política desde tiempos inmemoriales)... Lo que se encuentra una en internet...

Tras esta ducha de multiculturalismo, de realidad y de recuerdos infantiles (colegio de monjas, claro), me he visto obligada a escribirlo... A ver si así salgo de mi asombro.

P.D.: A ella ya no la puse en preferidos... Demasiadas emociones para un mismo día.

2 comentarios:

Rafael G. Organvídez dijo...

Querida amiga:
Elogiaba a Serrat en detrimento de Benedetti. De hecho, es la música de Serrat la que pone en evidencia lo malo que son muchos de los poemas del uruguayo, al que la muerte le sentará muy bien (literariamente hablando, se entiende).
Por cierto, mis ventanitas siempre son personales. Lo lírico queda en la intimidad de los estudios nobles. Los dones de uno son limitados, y reconocerlo es el mayor de todos.

Un beso

Yakarta dijo...

La humildad sí que es un don...

A mí me sucede lo contrario con Miguel Hernández y Serrat.. no puedo escuchar las adaptaciones que hizo Joan Manuel de sus poemas sin sentirlas hueras... Me transmite mucho más la lectura directa de Hernández... Para mi gusto, Serrat las dotó de poco "dolor"... Miguel Hernández "duele".. "hiere".. Te clava el puñal hasta que sangras con su Ramón Sijé o tiras del arado con sus niños yunteros.
Opté por dejar de escucharlas.

Besos :)